Esta danza se considera entre las danzas más antiguas, pues la mujer la ha percibido en su cuerpo de una manera instintiva.
La denominación danza del vientre es propio para esta danza ya que hace referencia al eje central de la persona, no solo físico sino también espiritual, y en su creación intervienen muchos elementos provenientes de diversas culturas, como la faraónica, fenicia, nubia, turca, entre otras, por lo que denominarla danzas árabes u oriental es limitado.
Acercarse a la danza del vientre requiere cierta predisposición espiritual, además de un aprendizaje cultural que pasa en primer lugar por la música, la rítmica y el origen de cada paso y danza que se esta desarrollando. De la antigüedad a hoy, pasando por muchas instancias, esta danza atraviesa una creciente profesionalización, mejorando su nivel y calidad, situándose a la altura cualquier danza, siendo hoy día es un medio de expresión que permite a la mujer encontrar un bienestar tanto físico como espiritual.
“Que la divinidad ilumine tu escenario, y así brilles recordándole a otros su esencia mas pura”
